
Se considera que un empaque es reciclable cuando este puede ser reprocesado para convertirse en un nuevo producto, que puede usarse para la misma aplicación o para una diferente. Este proceso se realiza con el fin de preservar recursos como el plástico y evitar que los residuos generados terminen en rellenos sanitarios o se conviertan en contaminantes del medio ambiente.
Estos empaques plásticos pueden tener un segundo uso, convirtiéndose en parques o viviendas, de esta manera logramos reducir nuestro impacto ambiental y ayudamos a otros.
Eliminamos varios componentes de los empaques para garantizar que sean reciclables y desarrollamos una iniciativa para promover la recolección de empaques que luego serán clasificados y transformados en otros productos.
modelo de recolecciónAunque hoy el día el plástico es visto como uno de los enemigos del medio ambiente, la realidad es que es un material muy útil y que ayuda a contrarrestar algunos impactos negativos que podríamos tener en nuestra sociedad si este no existiera:
Los empaques plásticos nos ayudan a contener y proteger los productos de variables externas, manteniendo las características de calidad de los alimentos.
Los empaques plásticos nos ayudan a aumentar el tiempo de preservación de los alimentos, reduciendo el desperdicio de alimentos y brindando un mayor tiempo a los usuarios para que puedan consumir sus productos. Este factor contribuye con la seguridad alimentaria.
El plástico permite que el transporte de los alimentos se realice de una manera más eficiente a diferentes regiones; ahorrando espacio y peso, lo que se traduce en menor huella ambiental.
Dentro de los diferentes tipos de empaques, el plástico es el de mejor costo unitario, lo que permite que más personas tengan acceso a los productos. Estamos trabajando en la búsqueda de nuevas alternativas de empaques continuamente, que reduzcan cada vez más el impacto ambiental.